Pasar al contenido principal

logo SEFAC

 

 

 

 

 

SEFAC reivindica la labor asistencial del farmacéutico comunitario y lamenta los ataques injustificados que ponen en riesgo la calidad de la asistencia sanitaria al paciente

 

  • SEFAC siempre ha mantenido una actitud de colaboración con otras sociedades científicas y profesiones sanitarias, que se ha plasmado en documentos de consenso, sesiones científicas, etc.
  • Nuestra Sociedad considera necesario desmentir una serie de afirmaciones que buscan desprestigiar la farmacia comunitaria confundiendo interesadamente al paciente.
  • El envejecimiento de la población, así como el consiguiente aumento de la presión asistencial en todo el mundo desarrollado requieren el abordaje multidisciplinar de la cronicidad de todos los profesionales de la atención primaria, en el que juega un papel fundamental el farmacéutico comunitario.
  • Constatamos que, en general, las relaciones profesionales entre farmacia comunitaria y enfermería, como sucede con el resto de profesionales sanitarios, son excelentes. Es importante seguir en esa línea en beneficio de los pacientes y del Sistema Nacional de Salud.
  • Deploramos los folletos y afirmaciones del Consejo General de Enfermería y del sindicato SATSE, que lejos de plantear un legítimo debate buscan ofender directamente a los farmacéuticos tratando de presentarlos ante la población de una forma vejatoria y denigrante.

 

La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) quiere reivindicar en primer lugar el valor de la labor asistencial de la farmacia comunitaria, así como manifestar nuestra predisposición a colaborar con otros profesionales de la salud. Siempre hemos mantenido una actitud prudente y de colaboración con otras sociedades científicas y profesiones sanitarias –incluida enfermería-, que se ha plasmado en documentos de consenso, sesiones científicas, etc. No obstante, ante los intentos de descalificación que de un tiempo a esta parte está recibiendo la bien llamada farmacia comunitaria por parte de algunas entidades representativas de enfermería nos vemos en la obligación de efectuar las siguientes consideraciones:

1. Las relaciones entre profesionales sanitarios deben enmarcarse siempre en un tono de respeto y rigor. Las descalificaciones no caben en el esfuerzo común de mejorar la calidad de vida del paciente, principio que nos consta rige en la inmensa mayoría de relaciones personales entre profesionales y que las instituciones debemos reforzar. Lamentamos los folletos y afirmaciones del Consejo General de Enfermería y del sindicato SATSE, que lejos de plantear un legítimo debate buscan ofender directamente a los farmacéuticos tratando de presentarlos ante la población de una forma vejatoria y denigrante.

2.  Consideramos necesario rebatir razonadamente ciertas afirmaciones erróneas expuestas en los documentos que se han difundido:

- “La farmacia no es comunitaria”. El término farmacia comunitaria es una denominación de amplio uso a escala internacional que aparece ya en la base de datos PubMed (la más importante base de datos sanitarios del mundo) en 1968 con decenas de miles de artículos científicos asociados y que hacen referencia a la labor asistencial en el entorno de una comunidad, ya que las farmacias asisten en zonas de salud designadas por ley.

- “La farmacia no es asistencial”. Además de la experiencia diaria de cualquier paciente en una farmacia que muestra lo burdo de tal afirmación, en los miles de artículos en PubMed sobre “community pharmacy services”, entre los que se encuentran muchos españoles, se describen numerosas prácticas asistenciales del día a día de las farmacias, no solo relacionadas con los medicamentos sino también con la salud pública. La determinación de parámetros biológicos, la derivación entre profesionales sanitarios, la indicación de medicamentos en síntomas menores o la realización de diversos servicios profesionales asistenciales como, por ejemplo, la cesación tabáquica, el control de la presión arterial o la educación sanitaria son una realidad en la mayoría de las farmacias. Tanto la OMS[1] como la Alianza Mundial de Profesiones Sanitarias (WHPA)[2]  (en la que se incluye el concilio mundial de enfermería) describen la labor farmacéutica como asistencial. 

- “La farmacia comunitaria es una privatización encubierta de la sanidad pública”.  La farmacia es un establecimiento sanitario privado de interés público que participa en el Sistema Nacional de Salud desde hace más de 50 años a través de la concertación, llevando a cabo en nuestro país la prestación farmacéutica en atención primaria, como comprueban diariamente más de dos millones de personas. Esta concertación está garantizada con una extensa regulación que describe obligaciones, indicadores y códigos deontológicos, convirtiéndose de esta manera sus objetivos en los objetivos del SNS. Prácticamente en todos los países del mundo existen colaboraciones público-privadas entre profesionales. El criterio de establecer cómo debe ser esa legítima colaboración, así como el pago y financiación, se regula por las administraciones sanitarias en cada caso en función de la optimización de los recursos sanitarios y la mejora de la calidad de vida de los pacientes.

- “La asistencia sanitaria solo corresponde a los profesionales de los centros de salud, en un sistema sanitario, público, gratuito y universal”. Afortunadamente para los ciudadanos el sistema sanitario en España, que incluye la farmacia comunitaria, no es excluyente e incluye también al resto de profesionales de la salud (médicos, farmacéuticos, odontólogos, enfermeros, fisioterapeutas, podólogos, etc.) que atienden diariamente a los ciudadanos en el ámbito de la asistencia privada ejerciendo sus respectivas especialidades, y que con las declaraciones que se realizan irreflexivamente también denostan. Los farmacéuticos comunitarios cada día asistimos sanitariamente a todos aquellos usuarios que solicitan nuestra colaboración en la dispensación de medicamentos, indicándoles medicamentos para sus dolencias menores, colaborando en el control de su presión arterial, en la determinación de parámetros biológicos, en el seguimiento farmacoterapéutico  y seguiremos haciéndolo desde la farmacia comunitaria en coordinación con el resto de profesionales sanitarios porque nos guía el fin último de la salud del paciente.

- “La farmacia comunitaria pretende sustituir al centro de salud”. Esta afirmación no sólo es falsa, sino que además es absurda. La farmacia comunitaria plantea una coordinación y una complementariedad allí donde se determine que pueda ser útil al paciente y al centro de salud porque no pueden coexistir por separado. La atención farmacéutica, el apoyo para la detección precoz de ciertas patologías prevalentes, la educación sanitaria… son todas iniciativas encaminadas a reforzar la labor asistencial de la atención primaria, donde el equipo debe estar conformado por todos los profesionales sanitarios -medicina, enfermería y farmacia- que trabajan con el paciente. Por ello, lo que se busca es una mejor integración con el centro de salud para optimizar procesos y minimizar errores.

3. El envejecimiento de la población, así como el consiguiente aumento de la presión asistencial en todo el mundo desarrollado, requieren el abordaje multidisciplinar de la cronicidad de todos los profesionales de la atención primaria, en el que juega un papel fundamental la farmacia comunitaria, por su extraordinaria red asistencial en todo el país (22.000 farmacias y 50.000 farmacéuticos comunitarios), especialmente en el medio rural, y por su longitudinalidad en la atención a los pacientes supone un activo especialmente valioso que ya incorporan los países más desarrollados.

4. La legislación vigente en nuestro país establece las competencias profesionales de las diferentes profesiones sanitarias, entre las cuales está la profesión farmacéutica. Los farmacéuticos somos profesionales responsables del buen uso del medicamento, y los farmacéuticos comunitarios centramos nuestra actividad en los pacientes que los utilizan en atención primaria.

5. Las asociaciones de pacientes con las que SEFAC ha mantenido contacto nos han trasladado que el paciente quiere estar atendido lo mejor posible y que desean que los profesionales sanitarios nos pongamos de acuerdo para optimizar la asistencia sanitaria. Los farmacéuticos comunitarios somos conscientes de que en general las relaciones profesionales entre farmacia comunitaria y enfermería, como sucede con el resto de profesionales sanitarios, son excelentes. Es importante seguir en esa línea en beneficio de los pacientes y del Sistema Nacional de Salud.

Entendemos la lógica defensa de los intereses de cada profesión en el marco de sus competencias, pero nunca sobre la base de la descalificación, manipulación, desprestigio y desprecio a otros compañeros sanitarios vengan de donde vengan. 

Desde SEFAC reiteramos la necesidad del diálogo constructivo para debatir desde el respeto las actuaciones que puedan mejorar la calidad de atención al paciente entre todos los agentes sanitarios implicados, así como diferentes administraciones y asociaciones de pacientes.

 

Sobre SEFAC

Constituida en diciembre de 2000, la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) se presentó en sociedad en marzo de 2001 y es una asociación científica y profesional de ámbito nacional con más de 4.900 asociados y delegaciones en dieciséis Comunidades Autónomas que tiene como objetivo prioritario profundizar en la cartera de servicios asistenciales de la farmacia comunitaria y convertirse en interlocutor científico de referencia del farmacéutico comunitario con las distintas administraciones y con el resto de las profesiones sanitarias. Más información en www.sefac.org.  

 

Para más información, contactar con Javier Pulido en los teléfonos 692 42 80 40 o 91 522 13 13.

 

[1] Buenas prácticas en farmacia. Directrices conjuntas FIP/OMS sobre buenas Prácticas en Farmacia: estándares para la calidad de los servicios Farmacéuticos. International Pharmaceutical Federation. 2006. (actualizado 2011)

 

[2] https://fip.org/www/index.php?page=menu_whpa